Declinaba la tarde del pasado domingo 12 de noviembre cuando, con motivo del inicio del Año Jubilar por el 425 Aniversario de la corporación del Viernes Santo, se realizaba la Statio en la ermita de Dios Padre de Lucena. Desde allí discurrió un nutrido desfile de cofrades y devotos entre rezos y cantos, seguidos de la comitiva de sacerdotes, hacia las inmediaciones del templo de San Pedro Mártir.
Finalizada la procesión, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Demetrio Fernández González, Obispo de Córdoba, llevó a cabo -martillo en mano- el rito de apertura de la Puerta Santa, vislumbrándose al fondo a Nuestro Padre Jesús Nazareno, que presidía el presbiterio sobre la peana superior del trono de salida, ataviado con la túnica de las Uvas y portando la cruz de plata dieciochesca.
La Solemne Eucaristía, concelebrada por hasta nueve sacerdotes, contó con el acompañamiento musical de la Coral Lucentina. El consiliario, D. Vicente Castander, leyó el Decreto enviado desde Roma con la bendición papal y concesión del citado Año Santo, por parte de la Penitenciaría Apostólica del Vaticano. Asimismo, D. Demetrio, en una homilía dirigida a una iglesia llena en su totalidad, realzó la importancia de estar preparados espiritualmente para cuando llegue la hora de recibir la llamada del Señor a la vida eterna, tal y como nos quiere transmitir la parábola del Evangelio.
Al término de la celebración, se descubrió la placa conmemorativa de la efemérides. El jubileo permanecerá vigente hasta el 16 de noviembre del próximo año 2024, llevándose a cabo durante ese espacio de tiempo un amplio elenco de actos cultuales, culturales y benéficos.
Para finalizar esta importante jornada en la Casa nazarena, el Sr. Obispo firmó en el libro tradicional de la Archicofradía, y pudo apreciar también la obra de Fernando Vaquero, ilustradora de la conmemoración de los cuatro siglos y cuarto que curten el rastro del Señor entre los lucentinos.