Santo Entierro de Cristo

Santo Entierro de Cristo

    Se halla en el archivo nazareno, fechado el 5 de febrero de 1774, un recibo firmado por el escultor francés afincado en Córdoba, Miguel Verdiguier, en el que éste certifica haber recibido 2.000 reales por la imagen de Jesús en el sepulcro, así como por unos capiteles de estuco y otras cosas para la capilla.

 

Es una imagen de madera tallada y policromada, de tamaño académico, que en un principio tenía los brazos articulados para la ceremonia del Descendimiento.

 

La urna, de madera tallada y dorada es obra de Pedro de Mena y Gutiérrez. En el archivo nazareno encontramos:


El primero de enero de 1769, con el hermano mayor se reunieron Alonso Jerónimo Ramírez, tesorero, Diego José Valdés y Villanueva, presbítero y notario mayor de la vicaría y archivo de las iglesias de Lucena y también cuadrillero del santo Sepulcro, Alonso Benítez, Manuel Ramírez y Francisco de Jaúregui, cuadrilleros, y Pedro de Mena Gutiérrez Artífize tallista; todos en presencia del notario Antonio Ruiz de Burgos. Expuso inmediatamente el hermano mayor cómo era notorio que el Santo Sepulcro que sirve a Ntro. Sr. en la función de la noche del Viernes Santo por ser mui antiguo, fabricado solamente de Papelón y Madera, y que uno y otra está corroído y apolillado cuasi sin poder servir, y a la contingencia de que con los baibienes que se dan yendo en hombros de Señores Sacerdotes […] se quiebre por su poca fortaleza y sea mayor el daño porque la Soberana Efigie de Jesús que se coloca en él para dicha Procesión se lastime o quiebre. Hizo patente también cómo los hermanos están deseando se fabrique a su Majestad un Sepulcro nuevo a la maior desensia y seguridad, y que habiendo realizado Mena una planta o dibuxo para su construcción rogaba lo estudiasen y dieran su dictamen.

 

Vistos los diseños por los presentes, acordaron poner en ejecución su hechura según y en la manera que aparece de su planta o dibuxo, por estar muy dezente y primoroso.

 

A continuación se pasó a tratar el ajusto con el artista, quedando conformes las dos partes en que su precio sería de 2.000 reales de vellón cuia cantidad pagaría la Archicofradía de sus aberes, entendiéndose que es solamente por la construcción de madera y talla; el que se obligó a dar fenezido el día 19 de marzo del corriente año, quedando a cargo de la Archicofradía el costo de su dorado. 

Urna del Santo Entierro en el trono estrenado el viernes santo de 2006. Foto: Joaquín Ferrer

Foto: Jesús Ruiz “Gitanito”

San Juan Evangelista

De autor anónimo, se cree puede pertenecer a la escuela granadina.

Según los archivos de la Venerable Archicofradía, en 1789 se había vendido una antigua imagen de San Juan Evangelista, quizás obra del lucentino Pedro de Mena,  a Valentín Saña y Francisco Hidalgo, ambos vecinos de Jauja, para la cofradía del Nazareno de aquella población. Para ese entonces, se había adquirido la magnífica imagen de San Juan Evangelista que la cofradía posee en la actualidad, la cual es una imagen de vestir con cabeza, manos y pies de talla, y  estilísticamente bastante próxima a la escuela granadina de los Mora, y cuya factura se realizó  en el primer cuarto del siglo XVIII. Otras fuentes bibliográficas aluden a que se le puede atribuir su autoría al imaginero Miguel de Verdiguer, y datarse en torno al 1780.

Tras la restauración realizada en el año 2023, según nos consta a través de las palabras de su restauradora, Dña. Ana Infante, podría incluso atribuirse su autoría al imaginero murciano Francisco Salcillo.  

Santa Mujer Verónica y
Santa María Magdalena

El 16 de julio de 1994, el hermano Dionisio Algar propuso a la junta de gobierno que se encargase al imaginero sevillano Luís Álvarez Duarte la elaboración de unas nuevas imágenes de María Magdalena y de la santa mujer Verónica, con ello se incorporarían al patrimonio de la archicofradía y al lucentino dos verdaderas obras de arte, salidas de las gubias de uno de los más prestigiosos escultores contemporáneos. Manifestó que en conversaciones mantenidas con el Álvarez Duarte durante el proceso de elaboración de la imagen de la Virgen del Socorro había concertado su hechura en 2.500.000 pesetas, entregando una para estrenarla en 1995 y otra en 1996. Por unanimidad, esta interesante propuesta fue aprobada.

Santas Mujeres. Autor: Joaquín Ferrer

Foto: M. Gómez

San Juan Pablo II

El miércoles 26 de febrero de 2014, sobre las 10:30 de la mañana, comenzaba la audiencia general del los miércoles de SS el Papa Francisco, al término de la cual se produjo uno de los momentos más importantes de la centenaria historia de nuestra archicofradía.

Sobre las doce y media de aquella mañana, Su Santidad bendijo la imagen de San Juan Pablo II (en aquel momento aún era beato) que la Venerable Archicofradía de Ntro. Padre Jesús había llevado hasta Roma para tal fin. Un hecho sin precedentes en nuestra historia, en la de Lucena y puede que en la de nuestra diócesis.

Todo comenzó unos meses antes, cuando nuestro consiliario, D. Nicolás Rivero tuvo la feliz idea de plantear su deseo de que la imagen del Papa Juan Pablo II que estaba realizando el imaginero lucentino Fco. Javier López del Espino para nuestra archicofradía, fuese bendecida por otro Papa y nada menos que en Roma. D. Demetrio Fernández, nuestro querido obispo, acogió dicha idea como suya y por su trabajo e interés, lo que parecía un sueño, se hizo realidad aquella mañana de febrero.

San Juan Pablo II

Instante en el que SS Papa Francisco bendice la imagen en presencia
de nuestro obispo D. Demetrio Fernández

San Juan Pablo II

Integrantes de la peregrinación nazarena, en el Sagrato de la
Basílica de San Pedro, una vez finalizado el acto.